2013
Sostiene el Ministro de Guindos. (Publicado en Mercados de El Mundo)
Sostiene el Ministro de Guindos que lo peor ha pasado, que la recuperación es la próxima estación del vía crucis discutiéndose, solo, si ocurrirá a finales de este año o el próximo y cuántas décimas creceremos entre el 0 y el 1%. Y puede tener razón. Pero viene Moody´s esta semana con un informe donde se puede deducir que eso, siendo muy importante, no lo es tanto, porque seguimos alimentando negros nubarrones que agravan la inestabilidad.
Sostiene el Ministro de Guindos que la economía española está desacelerando su ritmo de caída, que hay indicadores adelantados que señalan tendencias positivas a corto plazo como el Indicador Sintético de Actividad o las ventas minoristas de tal o cual mes o el paro registrado del primer semestre del año que marca, por primera vez, una tendencia descendente. Y es verdad. Pero también es verdad que el crédito a familias y empresas sigue cayendo pese a los anuncios del FROB; que otros indicadores como el uso de las tarjetas de crédito o la retirada de efectivo en cajeros confirmarían que la caída del consumo privado no ha tocado fondo o que si desestacionalizamos, el paro sube o si lo comparamos con la caída de las contrataciones, debemos buscar otras explicaciones sobre su bajada, como el desánimo o la emigración. El mencionado Informe de Moody´s se apunta a que la recesión seguirá durante este año y que la recuperación, que empezará a partir de 2014, será lenta porque, añado yo, caer menos, no es subir y, a fecha de hoy, la información disponible permite también interpretar que este tímido crecimiento del PIB, se puede parecer más a un rebote estadístico que a una verdadera recuperación consolidada de la actividad.
Sostiene el Ministro de Guindos que la mejoría de la economía española se demuestra por la magnífica evolución de las exportaciones que prueba las importantes ganancias conseguidas en competitividad por la devaluación interna realizada. Y tiene razón. Según un estudio de Caixabank, del espectacular ajuste experimentado por nuestra balanza comercial durante los años de crisis, el 45% proviene de caída de importaciones ligadas a la crisis, pero el otro 55% sería debido al avance en exportaciones. El problema es que, como ya dijimos y ratifica esta semana Moody´s con su informe, nuestro problema de recesión no está causado por falta de competitividad, sino por una caída en la demanda interna que las políticas de austeridad ha agudizado. Mientras el consumo de las familias, el gasto público y la inversión sigan bajo mínimos, poco podrán hacer las exportaciones y el turismo para darle la vuelta a una economía capaz de, en tres años, destruir cuatro millones de puestos de trabajo.
Sostiene el Ministro de Guindos que la necesaria reactivación del crédito es ya una realidad gracias a la ingente (y cara) tarea realizada en la reconversión bancaria que, además, ha tenido tanto éxito que ni hemos necesitado todo el dinero puesto a nuestra disposición por los socios comunitarios para el rescate, ni será necesario prorrogarlo un año más. Y viene Moody´s a decir que, tal vez, no sea así. Que precisamente porque la recesión de nuestra demanda interna seguirá incrementando la tasa de morosidad, porque sigue sin cerrarse el ajuste inmobiliario a pesar del banco malo, porque los nuevos criterios del Banco de España sobre las refinanciaciones recurrentes o los créditos fiscales, así como los efectos de sentencias como las relativas a la llamada cláusula suelo, la “rentabilidad del sector bancario seguirá bajo presión durante los próximos 12 a 18 meses” sin descartar la necesidad de recurrir a nuevas provisiones.
El filósofo Foucault señaló que la realidad social es una construcción ideológica porque aquello que resaltamos de entre todo lo existente, así como la interpretación que le damos y pregonamos, se realiza partiendo de un enfoque subjetivo que suele ajustarse a la defensa de intereses de parte. Un ejemplo, las subidas del IVA en España, en 2010 y en 2012, han tenido defensores y detractores distintos, no por sí misma, sino en función de quién estuviera en el Gobierno y quien en la oposición, en cada momento. Así, enfocar una dirección u otra, resaltar unos datos y unas explicaciones u otros, es optativo, pero la información que se transmite al hacerlo y las acciones que se pretende provocar con ello, son algo buscado. Solo así se entiende la cantinela oficialista a favor del optimismo como actitud, el resaltar solo los buenos datos aún teniéndolos que buscar como las canas a los treinta años, el desprestigio actual del pesimista, cuándo antes se decía que era un optimista bien informado. Se está queriendo construir, desde la repetición polifónica de una determinada visión, una realidad determinada presentada como la única posible, en línea con lo anticipado por el dramaturgo italiano Pirandello en su obra “Así es, si así os parece”.
El Informe de Moody´s puede ser leído como una enmienda a lo que sostiene el Ministro de Guindos en, al menos, dos aspectos esenciales: ni la reconversión bancaria, junto a la reforma laboral los dos principales activos de la gestión económica del Gobierno, ha concluido, ni está permitiendo reactivar el crédito. Pero, en segundo lugar, al centrar el origen de nuestros problemas presentes y futuros, no en el exterior (competitividad), sino en el interior del país (caída de la demanda interna y paro). En ese sentido, el Informe vincula las amenazas importantes para nuestra economía, más con la evolución del empleo y de la renta disponible de las familias, que con los movimientos de la balanza comercial o con los signos esperanzadores de una reactivación lánguida.
Sostiene el Ministro de Guindos, en suma, que nuestras dificultades empezaran a resolverse muy pronto, a partir de que el PIB presente datos ligeramente positivos, interpretándolo como triunfo de su política. Sin embargo, si ponemos el énfasis en otro sitio, afloran otras realidades, otros riesgos, que diluyen cualquier triunfalismo. Porque, siento recordarlo, también en 2011 tuvimos un brote verde de recuperación (+0,4%), que fue agostado en 2012 por la segunda recesión. Calma y reenfocar.