Difícil de entender. (Publicado en Mercados de El Mundo)

Escrito a las 11:02 am

Están pasando demasiadas cosas difíciles de entender desde la aplicación de los conocimientos básicos de la economía. Por eso, puede resultar útil poner en orden un conjunto de reflexiones, con la pretensión de que nos ayuden a movernos en medio de las actuales turbulencias.
            El objetivo de los llamados mercados financieros consiste en ganar dinero, a partir de invertir o prestar el dinero que ya tienen. Por su parte, el objetivo de los partidos políticos en democracia es, hoy, ganar elecciones, consiguiendo más votos que sus adversarios. Cuando la lógica de los mercados, choca con la lógica de los partidos, el conflicto está servido y sufren los ciudadanos.
            Si cada vez que los mercados especulan atacando la estabilidad de un país, acaban cobrando pieza, no tendrán ningún incentivo para dejar de hacerlo. Y ahora ganan por partida doble: cobrando más dinero al elevar los tipos de interés a que prestan, e impulsando planes de ajuste que refuerzan la seguridad de su inversión. Así, a falta de respuesta adecuada por parte del conjunto de países de la zona euro, los mercados seguirán atacando país tras país mientras les resulte rentable, con independencia de la solvencia real y objetiva de dichos países.
            Hoy, en momentos de ataque de los mercados, no es la soberanía nacional la que se pone en cuestión, sino que la nueva soberanía compartida de que gozamos en este mundo globalizado incluye a los mercados como un elemento nuevo y adicional de control de las actividades de los gobiernos democráticos nacionales y que, en esta función, complementan a Parlamentos y órganos regulares de supervisión, cuando estos son demasiado imperfectos. ¿Hubiéramos conocido las mentiras contables del gobierno conservador griego sin las dudas expresadas por los mercados sobre dichas cuentas?
            Sometidos al escrutinio de los prestamistas, los gobiernos nacionales deben ser más cuidadosos en sus declaraciones y, sobre todo, en sus acciones. De hecho, podemos concluir que, salvo ataques transitorios de locura, los mercados penalizan precisamente la distancia existente entre lo que se dice por parte de los gobiernos endeudados y lo que se hace. Cuanto mayor sea esta distancia, mayor probabilidad de sufrir ataques existirá, porque lo que buscan los mercados de los responsables políticos nacionales es confianza, credibilidad, seriedad y no tanto, golpes de optimismo o de pesimismo.
            De igual modo, cuanto mayor sea la distancia entre la magnitud percibida de los problemas de un país y la intensidad, rapidez y dirección de las respuestas gubernamentales, mayor será la probabilidad de sufrir ataques nerviosos de desconfianza por parte de los inversores/prestamistas extranjeros.
            En el fondo, la superposición, a menudo conflictiva, entre la lógica de los mercados y la de los partidos políticos nacionales, es un epifenómeno que evidencia las indecisiones cometidas en la construcción de la globalización y, de forma especial, de la Unión Europea. Todos entendimos que la consecución del euro era un paso irreversible en un proceso que debía culminar en un gobierno económico europeo, con nuevos instrumentos comunitarios de cooperación y una mayor integración de las políticas económicas y presupuestarias. No ha sido así. De hecho, una de las cosas que están midiendo los mercados financieros es, precisamente, el grado de compromisos con el euro, tras el acusado proceso de renacionalización de las políticas que se ha experimentado en los últimos años.
            Por otro lado, todos entendimos, también, que tras el proceso de cesión de la soberanía monetaria a la Unión, los gobiernos nacionales reajustarían sus instrumentos de política económica para ser capaces de responder a shocks económicos externos como, por ejemplo, la pérdida de competitividad internacional ante la agresividad de los llamados países emergentes, de manera distinta a la habitual devaluación de la moneda nacional, ahora desaparecida. Pues tampoco ha sido así. Muchos países se limitaron a disfrutar del euro en forma de bajos tipos de interés con que acometer, no profundos procesos de reforma económica, sino de endeudamiento alimentador de burbujas especulativas como la construcción.
            La construcción de la Unión Económica y Monetaria en Europa ha sido un proceso a medio hacer. Con ello, se han generado importantes grietas en la cohesión por las que, en épocas de dificultades como estas, se cuelan los mercados financieros con el objetivo de maximizar sus beneficios sin importarles los sacrificios y sufrimientos que ello conlleve sobre unos ciudadanos dejados, con mucha frecuencia, a la intemperie por parte de gobiernos nacionales que tampoco han reajustado sus instrumentos de política económica a las nuevas exigencias post euro.
            Sin esos errores cometidos por los gobiernos europeos en el ámbito comunitario y nacional, que demuestra que no hemos sabido/querido sacar todas las consecuencias institucionales derivadas de la creación de una zona monetaria única, la situación hegemónica de los mercados financieros, no sería la que es, sino que se hubiera reducido, de manera significativa, sus incentivos a especular contra las deudas de algunos países más débiles.
                        A partir de ahí, intervenciones dramáticas como las sufridas por Grecia e Irlanda, con serias amenazas ahora sobre Portugal y España, son explicables por la mezcla acumulada de un conjunto de decisiones equivocadas. Los mercados actúan como lo hacen, porque los hemos dejado sin regular a pesar de su responsabilidad en la reciente crisis mundial. El euro, suscita dudas sobre su estabilidad, porque no hemos sido capaces de culminar el proceso de integración económica en la Unión Europea, lo que ha dejado abiertas demasiadas incertidumbres. Por último, algunos gobiernos nacionales no transmiten la sensación de haber asumido, en serio, la excepcionalidad de la situación, ni de haber adecuado sus respuestas a la magnitud e intensidad de los problemas.
            Una prueba de todo esto es la imposibilidad aparente de que los principales partidos políticos españoles hagan lo único sensato en estas circunstancias: ponerse de acuerdo, en un paquete de reformas de calado que ayuden al país a salir de la recesión. Sin esto, limitarse a culpabilizar a los mercados, a la oposición, o al Gobierno, solo prueba una grave inmadurez política que realimenta la desconfianza de los mercados. Y, mientras tanto, todos mas pobres.

4 comentarios

001
antonio ordóñez trigo
30.11.2010 a las 17:55 Enlace Permanente

30.11.10.

Estimado Jordi:

Según dices, “están pasando demasiadas cosas difíciles de entender desde la aplicación de los conocimientos básicos de la economía” Y sin embargo, ni son suficientes, ni son inescrutables. A mi entender (y en función de lo que expones en tu artículo, estoy seguro que en el tuyo también), lo que ocurre es que tanto a tenor de la imposibilidad de que en Europa los Gobiernos hagan dejación de su soberanía económica y fiscal, como de la libre circulación de capitales, las medidas macroeconómicas que individualizadamente se pretendan aplicar no consiguen alcanzar los objetivos que otrora le otorgamos a la economía clásica. ¿Qué podemos hacer cuando una economía con una capacidad exportadora relativa al resto de los miembros que conforman la Unión, en función de estar siendo utilizado en la misma un medio de cambio compartido, impide que lo que otros no consigan no pueda resolverse a través de devaluaciones? Y si como consecuencia de los superavits y los déficits que se generan en este proceso se acentúan los desequilibrios en el seno de lo que debería desenvolverse como un todo ¿como podemos solventar una hipotética desaparición del euro que convertiría a la Deuda (pública y privada) en una plaga peor que la peste? Están ocurriendo demasiadas cosas; pero mientras no abordemos los problemas de una manera racionalmente compulsiva, como tú dices, “todos más pobres”

P.S. Espero no te importe que inserte este comentario en la bitácora de Joaquín Leguina.

Saludos

de Gregorio

002

La Miopía del BCE (Banco Central Europeo)
Aunque el BCE se enfrenta a un tablero complicado, en el que pretende “atender” tanto a una locomotora alemana, en pleno arranque, como a varias economías en clara debilidad (los”PIGS” son un claro ejemplo…de momento Grecia e Irlanda…los demás en camino), parece que no tiene muy clara la política monetaria (la única que él SI puede controlar) a aplicar. Su gestión de los tipos de interés y de la liquidez (masa monetaria) es clave para dinamizar una actividad real en los distintos países de la UE.
La situación alemana es radicalmente distinta frente a la debilidad del resto de la zona Euro (Inglaterra es un claro ejemplo, junto a Islandia, del beneficioso apoyo de una moneda propia en tiempos de crisis…) y sus problemas de empleo. La caída del consumo y de los precios inmobiliarios lleva indefectiblemente a hablar de deflación. Sin embargo, el BCE está obsesionado por el control de la inflación…parece que sólo mira a Alemania. ¿No ve más lejos?.
La FED (Reserva Federal Americana) ha sabido gestionar mejor la situación, tanto en los 90’ cuando una economía sólida estaba en pleno crecimiento, al evitar un recalentamiento y controlar la inflación, como en una coyuntura actual en la que la deuda familiar se ha disparado. La DEFLACION es ahora el peligro, y unos tipos de interés bajos no permiten grandes alegrías. La compra de deuda, inyección de liquidez en el sistema, permitirá una paulatina recuperación de esa demanda tan necesaria para el despegue empresarial.
Pero Europa es diferente. El BCE quiere lidiar en una plaza, la zona euro, con distintas necesidades de crecimiento…sin olvidar su ceguera frente al resto de bancos centrales (USA, China…). Ellos pueden devaluar sus monedas en cada país (homogéneo), y nos exportan sus problemas a una Europa dividida por países, culturas (idiomas) y necesidades económicas.
¿Hay algún Licenciado en Ciencias Económicas en el BCE?

Marc De Zabaleta Herrero

003
Teodoro
09.01.2011 a las 16:51 Enlace Permanente

Os felicito por estos interesantes comentarios

004
Atanasio
30.01.2011 a las 22:33 Enlace Permanente

Yo creo que lo de la Unión Europea no ha sido un proceso difícil, ha sido un sueño virtual. Ni hay Unión económica (¿cómo podemos hablar de diferenciales de interés en la Deuda Pública?) ni hay futuro común (el único ideal común es quién sale mejor posicionado en la foto) …sólo hay una moneda única que está hundiendo a los PIGS….y a España en particular.
Con la peseta podíamos devaluar, exportar y traer turistas. Ahora ajo y agua !
Saludos Jordi

Dejar un Comentario

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas: A ABBR ACRONYM B BLOCKQUOTE CITE CODE DEL EM I Q STRIKE STRONG IMG

Logotipo de Blogestudio